Cada tanto me gusta hacer un paréntesis; ya lo hicimos en el libro de Hechos, cuando tuvimos que ir a Gálatas para descubrir los 3 años y pico de silencio de Saulo antes de subir a Jerusalén luego de su conversión.
Aquí quiero detenerme en algo que quizá a muchos no les interesa; pero a mi sí; ya que fui un miembro; graduado de teología y obrero de los adventistas del séptimo día.
Muchos tal vez no sepan; pero para los adventistas, 50% de su teología se basa en Daniel 8.14, un texto que claramente apunta a Antioco IV Epifanes, y no a 1844.
Y el 50% restante de su teología se basa supuestamente en Apocalipsis 14; en una antojadiza interpretación referente al sello de Dios. Con un andamiaje, parecido a la lógica, pero que, en el fondo lleno de falacias, aseguran que el sello de Dios es el sábado.
Y para completar, aseguran que “el mensaje de los 3 ángeles” de Apocalipsis 14, el evangelio eterno de Dios se refiere “al sábado” y al “juicio investigador que comenzó en 1844”.
Esto usted puede encontrar en la mayoría de la literatura adventista; y es el eje central de todo su mensaje.
Si mira atentamente en el logo de los adventistas, verá una llama con 3 franjas que van de arriba para abajo, en la que todo adventista identifica a estos 3 ángeles “tan prominentes” para la lógica adventista.
Yo les puedo asegurar que es más fácil encontrar una aguja en un pajar, que encontrar al sábado en Apocalipsis 14; pero bueno, como ellos creen en la infalibilidad de Elena de White, y como ella explica que esta es la única interpretación correcta, entonces todos creen que “el sábado”, y el “juicio investigador que comenzó en 1844”, son los pilares de la fe, en el “tiempo final”.
Seguramente la próxima semana les comentaré las cosas relacionadas con la comunicación que yo encuentro en Apocalipsis 14; pero les puedo asegurar que ni con una lupa yo encuentro nada referido al sábado ni a 1844.
Esto para mí, es lo mismo que si alguien me dijera que Cristo vino en 1914; o que crea en las profecías mayas; en las profecías de Harold Camping; en las de San Malaquías o cualquier otro charlatán escatológico.
Sí, los adventistas ven a esto del “sábado”, no solo como un “día de reposo”; sino que lo ven como el eje escatológico que gira en un engranaje… El engranaje del “sello” que solo ellos tienen en su frente; durante “el tiempo de juicio”; Cristo está verificando quiénes son realmente sus seguidores. Y ¡Oh, sorpresa!, vaya sorpresa; solo serán salvos los que creyeron en “el juicio que Cristo comenzó en 1844” y aquellos que tiene “el sello” del “sábado” en sus frentes.
Tenga en cuenta usted apreciado hermano que no estoy utilizando ningún tipo de ironía.
Bíblicamente, yo creo que Cristo no necesita de ningún “juicio investigador” para determinar quiénes serán salvos, y el sello de Dios, tiene que ver con haber recibido a Cristo en la vida, con el bautismo del Espíritu Santo.
El sello de Dios, de Cristo y del Espíritu es un tema muy frecuente en el Nuevo Testamento (Ap 7. 4-8; 2 Co 1. 22; Ef 1.13; 4. 30). También aparece en Ap. 7. 2-4; 9. 4.
Yo puedo asegurarles que hay que tener una imaginación muy grande, enfocada en las fábulas de Elena de White, para creer que todo, todo el propósito de Dios para la humanidad, ronda alrededor del cuarto mandamiento del decálogo, y de la supuesta fecha de inicio de un juicio que comenzó en 1844.
Yo les aseguro, que yo creía esto durante casi 30 años de mi vida, “por fe”, porque realmente nunca entendí el cálculo matemático ese de Daniel 8.14; y tampoco entendía muy bien eso del tema central del mensaje adventista de “los tres ángeles” de Ap. 14. Bueno, ellos piensan que fue muy bueno que yo me fuera ya que no entendí nada de nada.
Pero veamos, así ellos explican basados en lo que escribió Elena de White:
Y, de esto hay mucho más.
Pero hay que tener una mente muy torcida como para determinar que la fidelidad a Dios está basada en un día x.
Tal vez como exegeta soy un intérprete un poco mediocre, no manejo bien ni el griego, ni el hebreo; exactamente soy igual de ignorante como los primeros adventistas.
Pero me pregunto ¿Cómo es posible que 22 millones de personas no se den cuenta que ellos no pueden ser los 144.000? ¿Cómo es posible que 22 millones de personas crean en una profetiza que no acierta un solo evento en casi 200 años?
Hay que tener mucha fe, mi hermano para creer que el sello de Dios es el sábado, que el primer y segundo mensaje angelical corresponde con el 22 de octubre de 1844, y que el tercer mensaje angélico tiene que ver con los “pacientes guardadores del sábado”.
Yo le cuento mi realidad. No creo en Elena de White; no creo que el sello de Dios sea el sábado; y no creo que el “remanente de Dios” sean los guardadores de un día x; ni los venerables adoradores de la falsa profetisa de Ap. 13. 11-18.
Creo que como cristianos el Señor nos llama a una sana interpretación del texto bíblico, dirigidos por el Espíritu Santo y las herramientas que hoy tenemos para entender fidedignamente el texto bíblico; la oración, el discernimiento, y el estudio profundo del verdadero significado de lo que escribieron los apóstoles y profetas bíblicos.
No necesitamos de una estúpida “profetiza” para entender la voluntad de Dios.
Si a alguien le gusta leer, hace 22 años exactamente, dejé la iglesia adventista, y escribí un extenso artículo como conmemorativo: “Libres del séptimo día”.
Hasta aquí. Bendiciones y ¡Hasta la próxima! La semana que viene trataremos con atención el mensaje comunicacional de Juan de Patmos en Apocalipsis 14.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL - Pytheos - El sello de Dios no es el sábado